Costa-Gavras y Montand en el set de Clair de femme (1979), su quinta y última colaboración
Después
de la aclamación internacional de Z (1969), el griego Costa-Gavras
dirigió otro clásico del cine político contemporáneo, esta vez coproducido en
Chile, un país al que retornaría para denunciar la tragedia de la dictadura
pinochetista en Missing (1982). A través de una reveladora narración, inteligente y bastante minuciosa --desarrollada por Franco
Solinas--, el espectador es invitado a resolver progresivamente la insoluble problemática
latinoamericana, un continente con vocación dictatorial donde los verdaderos
terroristas son los miembros de los gobiernos y la vida individual se valora
según el cambiante momento del ajedrez perpetuo. Yves Montand (en el rol clave de
un americano secuestrado por los disidentes a causa de su responsabilidad
policial) vuelve a protagonizar una devastadoramente lúcida película de Gavras, de interés fuera de duda para quienes deseen vislumbrar los
fatales giros del poder; también con la actuación de Renato Salvatori (Rocco e i suoi fratelli) en otro
rol brutal, y el cineasta Aldo Francia.
Las
apariencias engañan: ”Philip Michael Santore”, una víctima nada inocente